By PERRY ANDERSON

Los angeles naturaleza política del absolutismo ha sido frecuente tema de controversia dentro del materialismo histórico. Prosiguiendo el análisis iniciado en Transiciones de los angeles Antigüedad al feudalismo, Anderson sitúa a los estados absolutistas de los comienzos de l. a. Edad Moderna sobre el telón de fondo del anterior feudalismo euro

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La m á q u i n a de E s t a d o castellana, en o t r a s palabras, f u e racionalizada y modernizada. Pero la nueva monarquía nunca c o n t r a p u s o esta m á q u i n a al c o n j u n t o de la clase aristocrática. Las altas posiciones militares y diplomáticas siempre q u e d a r o n reservadas p a r a los magnates, que conservaron sus grandes virreinatos y gobernadurías m i e n t r a s los nobles m e n o r e s llenaban los rangos de los corregidores. Los dominios reales u s u r p a d o s desde 1454 f u e r o n recobrados p o r la monarquía, p e r o los que se habían a p r o p i a d o antes de esa fecha —la mayoría— se d e j a r o n en m a n o s de la nobleza, a cuyas posesiones se añadieron nuevas tierras de Granada, m i e n t r a s se confirmaba la inamovilidad de la propiedad r u r a l m e d i a n t e el mayorazgo.

Con la c a p t u r a de Breda, Spínola forzó la r e t i r a d a de los holandeses. El c o n t r a a t a q u e sueco en Alemania, tras d e r r o t a r a los ejércitos de Austria y de la Liga, f u e deshecho en Nordlingen p o r los tercios españoles al m a n d o del Cardenal-Infante. Pero f u e r o n p r e c i s a m e n t e estas victorias las que forzaron finalm e n t e la e n t r a d a de Francia en las hostilidades, inclinando decisivamente la balanza militar contra España. La reacción de París ante Nordlingen, en 1634, f u e la declaración de guerra de Richelieu en 1635.

Y f u e p r e c i s a m e n t e este e s f u e r z o lo que h a b r í a de d e r r u m b a r la original e s t r u c t u r a del a b s o l u t i s m o español. El largo reinado del Rey Prudente, que cubrió casi toda la segunda m i t a d del siglo xvi, n o fue exactamente u n a serie u n i f o r m e de fracasos exteriores, a p e s a r del i n m e n s o gasto y de los severos contratiempos q u e s u f r i ó en la arena internacional. De hecho, su p a u t a básica no f u e diferente a la de Carlos V: éxito en el sur, d e r r o t a en el norte.

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